"Mírate con compasión y no con dureza o rencor"
Ahora sí podría decir que me quiero a mí
mismo, gracias a muchas cosas incluida mi enfermedad que me ha transformado en
muchos aspectos, pero sobre todo me ha enseñado a quererme a mí mismo, y solo
por esto estoy agradecido porque todo el dolor que he pasado al final se
traduce en algo maravilloso. Un pequeño poema lo podría aclarar y es lo que
ahora mismo me sale, así que ahí va:
Quererse a uno mismo es un arte,
una flor que hay que cuidar,
un fuego que arde y no parte,
una fuente de felicidad.
Comienza por escucharte,
y aceptar quien eres tú,
con tus virtudes y fallos,
que te hacen ser quien eres tú.
Mírate con compasión,
y no con dureza o rencor,
cada rasgo de tu expresión,
te hace único y sin igual valor.
Sé tu propio mejor amigo,
y cuídate como nadie más,
respetando tus límites contigo,
sin presionarte ni juzgar.
Date tiempo para descansar,
y para hacer lo que te gusta,
sin miedo a equivocar,
sólo así la alegría será justa.
No permitas que te hieran,
ni te hagas daño a ti mismo,
porque mereces la vida plena,
y una mente sana y firme.
Y cuando sientas la tristeza,
o el miedo te asalte el corazón,
recuerda que tienes la fuerza,
para enfrentar cualquier situación.
Así que ámate, quiérete,
porque eres valioso y único,
y cuando tu alma lo sienta,
la vida será más plena y auténtica.
Respira, abre tus brazos de par en par y respira hondo,
Porque eres único, irrepetible y tienes mucho que decir y enseñar.
Crée en tí mismo, estás aquí por algo,
Así que aplícate y deja un lado tu yo negativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario