"Los hábitos simples pero diarios tienen mucho más poder que los hábitos más complejos y arraigados"
Lo que has hecho hasta ahora ¿no te ha surtido efecto? Quizás necesites dar un giro importante en tu vida, y para ello recuerda que una gran transformación comienza con pequeños objetivos diarios, con pequeños cambios , pasito a pasito, que no te supongan un tremendo esfuerzo pero que grano a grano se va haciendo una montaña.
Aprende a quererte a tí mismo primero, porque para realizar un cambio importante en tu vida, debes de comenzar precisamente por ahí, por quererte a tí mismo.
Unos consejos simples y prácticos que puedes llevar a cabo diariamente como preludio al nuevo cambio que quieres dar en tu vida:
- Mímate y Piensa Bonito: ¿por qué no has de mimarte? ¿Por qué has de pensar que todo es inmerecido para tí y merecido para todos los demás? Ya es hora de que te des algunos mimos y te trates bien y con respeto. Piensa siempre en positivo, piensa bonito y bello porque lo que pienses será en eso en que te terminarás convirtiendo.
- Sé consciente de lo que comes: aunque no lo parezca la nutrición es realmente importante, porque al final de alguna manera eres lo que comes, lo que te llevas diariamente a la boca, y esto tiene sentido porque algo que haces todos los días tiene que contrubuir de alguna forma u otra. Recapacita y toma consciencia de tu alimentación, si es necesario busca ayuda para que te aconsejen qué es lo más apropiado para tí.
- ¡Si te equivocas no te castigues!: ¿Por qué ibas a hacerlo? ¿Acaso crees que eres el único que está en este mundo y en este universo para aprender y cometer errores? Todos estamos para lo mismo y por tanto todos estamos en el mismo derecho de equivocarnos, todos estamos a la misma altura. Además no es nuestra obligación contentar a todos a costa de quemarnos vivos, y sobre todo nunca harás a todos felices, te lo garantizo.
- ¡Silencio!, escucha tu cuerpo: Tómate tu tiempo para escucharte a tí mismo, para permanecer en silencio algo de tiempo al día, para evitar el barullo y del mundanal ruido de fondo, para saber lo que tu cuerpo necesita, porque nadie mejor que él te podrá aconsejar lo que verdaderamente es necesario en ese momento.
- Dedica tiempo diario al ejercicio físico: Y te preguntarás ¿en qué me puede ayudar ir a correr o caminar todos los días 30 o 40 minutos? ¡Pues en mucho! La actividad física es inherente a nosotros, estamos hechos para movernos, y el movimiento activa determinadas hormonas y moléculas que hacen que nuestro cuerpo se sienta mejor no solo físicamente sino también mental y emocionalmente. Llegarás hasta el punto de echarlo de menos el día que no puedas hacerlo, aunque sé que ahora es al revés, todo llega si quieres.
- Únete a aquella gente positiva: Que busca la misma felicidad que tú, que se alegran por tí cuando te van bien las cosas y que están siempre ahí para escucharte cuando te van mal, que no te critican destructivamente, que siempre te apoyan y hablan sinceramente. Ya sabes el dicho "dime con quién andas y te diré quién eres", tus hábitos y tus pensamientos así como tus acciones están en función del tipo de compañía con la que frecuentas. Es así de simple y de veraz.
